Cómo y Por Qué construir una marca
Equivocadamente se puede pensar que la construcción de una marca es algo innecesario o que simplemente se logra automáticamente al abrir un nuevo comercio o negocio: nada más erróneo que eso. A continuación, veremos de qué se trata crear una marca y por qué es tan importante para salir a competir.
¿Por qué es importante construir una marca? Para generar atención y sumar un valor agregado. Sin una buena estrategia de marketing el más fructífero de los negocios puede fracasar si no se lo alimentar y aceita correctamente.
Estrategia:
Lo más importante y por qué no, lo más difícil resulta comenzar. La estrategia tiene que estar desde el comienzo y va a funcionar como nuestra brújula. En la estrategia trazaremos nuestros objetivos y definiremos el público objetivo al que queremos llegar, en función de las características de nuestro producto o servicio. Destacaremos nuestras fortalezas, que las transformaremos posteriormente en la propuesta de valor de la marca.
Público objetivo y comunicación
Debemos conocer nuestros potenciales clientes y demostrarles que nos necesitan. ¿Cómo lo logramos? Con una comunicación clara, que no deje lugar a dudas sobre de qué se trata nuestro comercio o empresa. La comunicación no debe ser solo proactiva, sino también receptiva: debemos estar atentos y predispuestos a recibir consultas y reclamos. El mejor comercio no es el que no tiene quejas, sino el que sabe cómo manejarlas adecuadamente para dejar satisfechos a sus clientes. Debemos ser accesibles para cualquier persona. El sentido de pertenencia y la fidelización comienzan acá.
Imagen e identidad

En este apartado vamos a seguir potenciando los aspectos definidos anteriormente en la estrategia, pero desde un lugar distintivo que nos permita despegar de la competencia: nadie puede construir su propia marca a imagen y semejanza de la publicidad de otro. Por eso, resulta tan importante que la imagen vaya acompañada de la identidad y por qué no, de los valores de nuestra marca. La imagen e identidad nos darán los rasgos únicos que nos permitan tener presencia y ser distintos, para sobresalir del resto. La imagen no debe ser pensada como algo meramente visual: se puede definir -inclusive- con nuestras acciones verbales en radio, por ejemplo. Imagen + Identidad = Personalidad.
Conclusión
La construcción de una marca será posible cuando todos los conceptos anteriores logren convivir, pero, sobre todo, se le dé continuidad al plan. Una vez que se tengan definidos los objetivos, las fortalezas, los valores, la imagen e identidad y que nuestro producto o servicio «hable», será momento de sostenerlo con una inversión publicitaria para que nos demos a conocer. De esta manera lograremos el impulso e impacto necesario para sostenernos a mediano y largo plazo.