¿Inbound marketing vs outbound marketing? Por qué algunos se empeñan en enfrentarlos si son complementarios?
Partiendo de la base que toda herramienta publicitaria en la medida que atraiga clientes es importante. Por qué algunos se empeñan en separarlas? enterate en la siguiente nota.

Erróneamente, debido a que la etimología de las palabras en inglés «in» y «out» son antónimos, podríamos entender que una práctica es opuesta a la otra, pero a continuación veremos que en este caso no es tan así.
El outbound marketing nace como la manera «tradicional» -o antigua- de comercializar y vender un producto o servicio: se prioriza la marca, sus características y funciones. Este tipo de publicidad es masiva y directa, lo que la puede llegar a definir como invasiva y hasta fría: no discrimina por rango etario ni otro tipo de segmentación socioeconómica. El outbound no pide permiso, llega y se anuncia. Los medios en la que mayor presencia tiene son justamente los tradicionales (radio, tv o carteles en la vía pública, por ejemplo).
En la otra vereda, tenemos el inbound marketing (relacionada con los medios digitales), en donde se destaca que la publicidad vaya enfocada a un público objetivo, que entendemos (o conocemos) de antemano que es afín a nuestros productos o servicios. El principal objetivo de este tipo de publicidad, es el de poder acompañar al cliente en todo el proceso de la compra y transitar «la experiencia» hasta el final de la misma. Que se sienta cómodo y tranquilo, sabiendo que la continuidad de los pasos se dará de manera ordenada, prolija y transparente. ¿Por qué el inbound marketing realiza todo este «acompañamiento» a diferencia del outbound? Porque si su objetivo es acompañar, su finalidad es fidelizar: el cliente va a volver.
Si bien dejamos en claro las diferencias entre inbound marketing y outbound marketing, la realidad es que estas dos metodologías son complementarias. A veces puede no alcanzar con ser cálido y empático para conseguir clientes. Sí, gracias al inbound, contaremos con herramientas de recolección de datos, estadísticas e incluso feedback. ¿Por qué entonces el inbound necesita al outbound? Porque gracias a la masividad y diversidad de canales que ofrece el outbound, lograremos llegar a lugares o clientes, que tal vez omitamos sin darnos cuenta que pueden ser fructíferos para desarrollar nuestro negocio. Tan solo vasta imaginarse el comienzo o start up de un negocio: ¿Cómo lograremos armar una campaña filtrando por un público objetivo si recién empezamos y aun no conocemos a nuestros clientes?: primero atraigamos a todo el público posible y luego que los conozcamos, sabremos en quien invertir un mayor esfuerzo. O al revés: tenemos un producto que comercializamos muy bien a través de nuestra web, que además cuenta con un blog, donde se comparten notas sobre novedades y las bondades de nuestro producto estrella. El producto se vende bien, pero aun no ha llegado a un techo de ventas, ni potenciamos nuestras ganancias: ¿Qué tal si lo reforzamos promocionándolo en la radio o televisión? Seguro captará un mayor público y generará un reconocimiento de marca que exceda el nicho donde lo veníamos anunciando.
En definitiva, ambas metodologías de publicitar son válidas y tal vez sean suficiente individualmente, pero cuando se las complementa, pueden ser más poderosas que por separado.